INTRODUCCIÓN, Los recuerdos de Samuel:

¿Existes? ¿De verdad existes?

No sé nada de ti, ni si quiera sé si existes, desde que era pequeño me han  llevado a la iglesia, me han bautizado, he hecho mi primera comunión… Pero, llega un momento que prefiero dudar. Las cosas malas comienzan a suceder y, tan solo, la palabra muerte me produce escalofríos. Cuando era pequeño mis padres siempre me decían cosas para que no me diera cuenta de cómo era la vida real. Un día empecé a figurarme que Dios no existía. Lloraba delante del espejo diciéndome a mi mismo: me puedo ir, como se fue él. Al cumplir los doce años me di cuenta que lo único que daba miedo era la muerte, luego lo deje de lado pero murió él, y vuelvo a tener pesadillas, casi todas las noches me despierto sudoroso y llorando a gritos. Me gustaría no tener miedo a la muerte, ¿alguien me puede enseñar? Necesito esa enseñanza. Yo no quiero ponerle ni un Fin ni una Eternidad a mi vida, yo quiero ponerle una carita sonriente a mi vida y tener tres vidas y un botón de GAME OVER. Alguna gente, piensa solo y únicamente en el presente, son los más listos porque, aunque me cueste creerlo, quizás yo esté muerto mañana.